En menos de una semana en la República Dominicana se han contabilizado tres casos de muertes que tienen varias características en común

SANTO DOMINGO.- En menos de una semana en la República Dominicana se han contabilizado tres casos de muertes que tienen varias características en común, siendo que, primero, las víctimas fueron reportadas como desaparecidas y luego se encontraron sus cuerpos con evidentes signos de violencia.

Tal es el caso del joven Frederick Pérez, de 31 años, quien fue encontrado sin vida y con múltiples puñaladas el pasado domingo en un basurero del Kilómetro 20 de la autopista Duarte.

Pérez salió en su vehículo Honda Civic, año 2000, gris, a un encuentro familiar en Los Alcarrizos, pero nunca llegó. Posteriormente se encontró su vehículo en el sector Las Piñitas, en Cotuí.

El hoy occiso fue citado, según la información de la Policía Nacional, a través de una aplicación de citas llamada Grindr.

Por el hecho fueron detenidas cinco personas, que incluye a una menor de edad, para fines de investigación.

Además, el pasado 23 de julio fue encontrado el cuerpo sin vida del joven Natanael González Belén, de 30 años, en las inmediaciones del Hospital Traumatológico Doctor Ney Arias Lora con aparentes signos de violencia.

El mismo tenía unos 11 días desaparecido, luego de que salió de su trabajo para encontrarse con unos clientes. Se trasladaba en una yipeta Hyundai negra, placa G393442.

En otro hecho, ayer un joven de 20 años fue encontrado muerto con un cuchillo enterrado en el corazón en el sector Naime III de San Pedro de Macorís.

El fallecido fue identificado como Eddy Frías y a su lado se encontraba una pasola blanca que presuntamente pertenecía a una prima del hoy occiso.

Los familiares de Frías aseguraron que el mismo era homosexual y que antes de lo sucedido le había solicitado la pasola prestada a su prima para ir a la barbería, sin embargo este no apareció hasta la mañana de este domingo sin vida.

Consideran que se debe a un asesinato, ya que al momento de encontrarlo se percataron de que la pasola tenía la llave puesta.

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