
Un estado de emergencia ha sido declarado en toda el área triestatal de Estados Unidos, donde cerca de 25 millones de personas se encuentran bajo advertencias por inundaciones debido a fuertes lluvias torrenciales.
En la ciudad de Nueva York, ya se han comenzado a sentir los efectos del temporal, especialmente en el distrito de Queens, donde las intensas precipitaciones han provocado inundaciones en calles y autopistas, generando largos retrasos en el tráfico y dejando vehículos parcialmente sumergidos bajo el agua.
Las autoridades han instado a la población a evitar desplazamientos innecesarios y a mantenerse informada a través de los canales oficiales ante la posibilidad de que las condiciones empeoren en las próximas horas.
El sistema de emergencia se mantiene activo en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, mientras los servicios de rescate y gestión de emergencias monitorean de cerca la evolución del fenómeno climático.