Un hombre que participó en el asalto al Capitolio con la cara pintada, un casco con cuernos y sin camisa se expresó arrepentido por su participación en la violencia y desilusionado por el expresidente Donald Trump.
Jacob Chansley, oriundo de Arizona, afirma que ha reflexionado sobre su vida en el tiempo que ha estado en la cárcel y que ahora acepta que no debió haber participado en el ataque al palacio legislativo.
En un comunicado difundido la noche del lunes por su abogado, Chansley, quien antes había dicho que se inspiró en Trump al decidir ir a Washington el 6 de enero, dice ahora que el exmandatario “desilusionó a mucha gente pacífica”.
Chansley aseguró que está examinando su conciencia en torno a los hechos que condujeron al motín y pidió a la ciudadanía “sean pacientes conmigo y con otra gente pacífica como yo que están teniendo dificultades averiguando qué nos pasó, qué pasó a nuestro alrededor, qué hicimos. Somos gente buena que le tenemos gran aprecio a nuestro país”.
El abogado Al Watkins difundió el comunicado pocas horas antes de que comenzara en el Senado el segundo juicio a Trump, acusado de haber instigado el asalto al Capitolio.
Watkins, quien pidió pero no consiguió que Trump indultara a Chansley antes de abandonar la presidencia, informó que el Senado rechazó su ofrecimiento de llevar a su cliente a que testifique ante los legisladores sobre cómo fue incitado por el exmandatario.
El abogado insistió en que la declaración no es un artilugio sino una expresión de arrepentimiento genuino. Aun así, sostuvo que no cree que un gobierno debe enjuiciar a personas que fueron incitadas por altos funcionarios.
“Si tú crees que el gobierno tiene razón en procesarlo (a Trump), no puedes al mismo tiempo considerar criminales a quienes fueron incitados, porque los incitados fueron víctimas”, expresó el abogado en una entrevista.
Chansley estaba entre la multitud de fanáticos de Trump que sometieron a los pocos guardias de seguridad que había e irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero, en momentos en que los congresistas estaban allí reunidos para ratificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.