Rossy Maybelline Guzmán Sánchez, mejor conocida como “la pastora”, pidió al tribunal que conoce la medida de coerción en su contra que otorgue más tiempo a sus abogados para “garantizarle sus derechos”.
La acusada por el Ministerio Público, como parte de la Operación Coral, de haber participado en un entramado societario fue la primera acusada en tomar la palabra.
“Me siento completamente vulnerable en cuanto a mi defensa. No he podido presentarle a mi abogado toda la documentación que necesita”, manifestó Guzmán.
La “pastora” recalcó a la jueza Kenya Romero que “entiende prudente que usted tenga a bien superar esta situación en la que me encuentro de indefensión, porque ustedes también están para garantizar mis derechos”.
La intervención de Guzmán surgió a raíz de que la jueza que conoce el caso decidió continuar con el conocimiento de la medida de coerción contra los seis imputados en el caso más reciente de persecución contra la corrupción administrativa.
La defensa técnica de la pastora y su hijo, también implicado, Tanner Flete Guzmán, explicó que necesitan más tiempo para “preparar esos medios de arraigo, organizar toda esa documentación y nosotros venir aquí a plantearla a usted cuál es la realidad en función de las aseveraciones que hace el Ministerio Público”.
Las acusaciones de la PEPCA
De acuerdo con el expediente de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) el entramado societario emitía cheques desde la cuenta bancaria del coronel de la Policía, Rafael Núñez De Aza a nombre de la pastora y del cabo Eric Daniel Pereyra Núñez con la finalidad de “colocar activos del crimen”.
Los imputados
El exjefe de escolta de Danilo Medina, Adán Cáceres Silvestre; la pastora Rossy Guzmán; el teniente coronel de la Policía, Rafael Núñez de Aza; Raúl Alejandro Girón Jiménez; el hijo de la pastora, Tanner Antonio Flete Guzmán y Alejandro José Montero Cruz son los implicados, hasta ahora, en la Operación Coral.