Demos un voto de confianza a nuestro presidente Luis Abinader

Por: Empresario Alejandro Asmar

El presidente Joaquín Balaguer era un viejo zorro, un completo animal político que olfateaba lo políticamente conveniente y necesario, distinguiendo siempre lo urgente y lo importante. Conocía todos los trucos del poder, lo que le permitía saber cuándo sacrificar o mover fichas en aras de preservar las líneas maestras de su sabio ajedrez político. Por eso siempre supo tomar buenas coartadas y atajos para salir a camino, encontrar salidas y refrescar la imagen de su gobierno.

El doctor Balaguer nos enseñó, como viejo marinero experto en capear tormentas, la necesidad de renovarse para sortear crisis de imagen. Para ello se valió de un uso inteligente de los relevos de los funcionarios públicos, sobre todo, cuando estos demostraban que no ‘pegaban una’ o mostraban tempranamente signos de cansancio o agotamiento.

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